Datos del informe.
64 alumnos/as han contestado al test, de ellos, el 58% son chicas. Edad Media: 14 años.
Hay 4 alumnos con riesgo de bullying en el aula. Estos son alumno 26, alumna 34, alumna 53 y alumna 16.
Los alumnos más votados como posibles ayudantes son (por orden) alumno 51, alumno 21, alumno 1, alumno 41 y alumno 12.
Análisis e intervención.
Al alumno 26 suelen insultarle o intimidarle y, con más frecuencia, le aíslan o rechazan en el grupo. Según sus compañeros, tiene menos de 4 amigos, no sabe defenderse, le consideran un poco diferente y bastante tímido.
Teniendo en cuenta esta información, el alumno 26 es víctima pasiva. La medida de intervención correcta sería la de ayuda entre iguales, Por lo que se recomienda colocarle en la clase junto a alumnos que puedan ayudarle y a evitar conflictos. También se situará al alumno acosador en el extremo más lejano de la clase. En este caso, le pondría en el extremo inferior izquierdo junto al ayudante número 51 y detrás sus amigos llamados Antonio y Manuel.
A la alumna número 34 a veces la insultan pero sobre todo, la aíslan y la rechazan. Sus compañeros dicen que tiene pocos amigos y ella admite tener sólo uno. No sabe defenderse y es muy tímida, más que el alumno anterior. En cambio, a ella no la consideran diferente a los demás.
Tendiendo en cuenta la información, la alumna 34 es víctima muy pasiva. La medida de intervención es la ayuda entre iguales. En su caso, le situaría al lado del alumno 51, valorado como el más amable respetuoso y al otro lado del alumno 21. Detrás se localizarían Antonio y Manuel, las personas en quien confía.
La situación actual de la clase a partir de la nueva colocación de las víctimas citadas quedaría de esta forma, de derecha a izquierda (primera fila) están alumno 26, alumno 51, alumno 34 y alumno 21. En la segunda fila y detrás de ellos se sitúan Antonio y Manuel (dos amigos en los que ambos confían).
La alumna 53, que está en riesgo, admite haber recibido insultos reiteradamente durante dos años. No la aíslan sus compañeros y sabe defenderse bien, además no se considera tímida.
Esta posible víctima es activa. La medida de intervención en este caso es empezar actividades de control de la impulsividad y ejercicios de identificación de sentimientos, de esta forma podrá detallar cómo se siente, cómo reacciona en las diferentes situaciones conflictivas y podrá reflexionar acerca de ello, mientras aprende técnicas de control. Cuando supere estas tareas, se podrá proceder a colocarla en la zona de los alumnos prosociales y ayudantes. Se recomienda situarla entre Antonio y Manuel y detrás poner al alumno ayudante número 1.
Por último la alumna 16 está en menor riesgo por haber recibido con mucha menos frecuencia algún insulto o aislamiento y no saber defenderse. Es una víctima pasiva. Con ella también se procederá a colocarla entre los alumnos Manuel y ayudante número 41. Detrás se situará el alumno 12.
La situación actual de la clase a partir de la nueva colocación de las víctimas citadas quedaría de esta forma, de derecha a izquierda (primera fila) están alumno 26, alumno 51, alumno 34 y alumno 21. En la segunda fila y detrás de ellos se sitúan Antonio, alumno 53, Manuel (dos amigos en los que ambos confían), alumno 16 y alumno 41.
Tercera fila está alumno 1 y el alumno 12
De esta forma los alumnos que son víctimas pueden sentirse protegidos por la empatía de los compañeros prosociales y ayudantes. Los acosadores se sitúan fuera del círculo protector creado.
Similitudes entre casos.
Los casos comparten ciertas características:
- El aislamiento de las víctimas.
- La actitud de las víctimas, son tímidos y en casi todos los casos no saben defenderse.
- Las víctimas no suelen ser populares, pueden tener rasgos diferenciadores.
- Suelen producirse insultos o peleas de forma frecuente.
- Hay alumnos potencialmente defensores, que son valorados los demás como responsables.
- La clase entera, incluso sin saberlo, puede situarse parcialmente en contra de las víctimas a través del aislamiento (los observadores son la mayoría de los alumnos del aula).
- Las medidas de prevención son las de alumnos de apoyo, que evitan conflictos.
- Hay un desequilibrio de poder entre el acosador y la víctima.
- La mayor parte de las emociones son negativas en los casos del acosador y la víctima.
Comprobación de efectividad.
Para saber si ha sido eficaz esta medida, se recomienda en primer lugar la observación tanto en la clase como en el recreo de los grupos sociales formados en clase, debe de haber mejorado el ambiente de clase. También se pueden hacer entrevistas cortas a los alumnos implicados, empezando por las víctimas para ver si han vuelto a recibir algún tipo de acoso y a los ayudantes si han tenido que mediar en conflictos reciente o reiteradamente, con su respectivo seguimiento. Finalmente y para estar seguros, se puede repetir el test de afinidad y modificar el sociograma a partir de los nuevos resultados. De esta forma podríamos detectar distintos problemas o persistentes.
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